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Intermedia Confidencial con José Antich: Política, periodismo y sociedad

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Intermèdia Confidencial son sesiones off the record en formato almuerzo, reservadas a clientes y ex clientes de la agencia, que tienen como objetivo crear un entorno de confianza para conversar personalmente con los protagonistas de la actualidad informativa. Se trata de una herramienta de trabajo que permite conocer las claves de interpretación de los principales hechos informativos de la actualidad catalana.

Nada más empezar, el moderador del acto, Toni Rodríguez Pujol, destaca el hecho de que José Antich es un ejemplo claro de la meritocracia que aún impera en el mundo del periodismo, dado que empezó profesionalmente como redactor generalista de la agencia EFE 1977, y ha llegado a ocupar uno de los cargos más soñados por periodistas barceloneses: director de La Vanguardia. Antich, recuerda Toni Rodriguez, también formó parte del equipo fundacional de El Periódico de Cataluña, y en 1982 se incorpora al equipo fundacional de otra cabecera actualmente competidora de su diario, la edición catalana de El País, donde trabajó doce años. Finalmente, Antich entra en la redacción de La Vanguardia en 1994 como redactor jefe de la sección de política y hasta en 1998, cuando pasa a coordinar esta sección durante dos años, hasta ser nombrado director del diario, el 2000.

Antich centra su discurso en el futuro de la prensa, todo augurando algunos cambios sustanciales. Para él, los medios de comunicación son un elemento aglutinador de la opinión pública y, por tanto, necesarios y útiles. Sin embargo, las cosas cambian, y, a la larga, «la prensa deberá ser más analítica y de opinión y no tanto de información», por lo que el lector informado encuentre artículos de fondo que le den más elementos interpretativos. La causa principal

de esta transformación hacia una prensa más de análisis se encuentra, según Antich, en Internet, donde todo el mundo puede buscar información de manera inmediata, actualizada y gratuita, hecho con el que la prensa escrita no puede competir.

En este sentido, Antich explica que «la crisis puede ayudar a superar muchos problemas» y asegura que, a corto plazo, está previsto que los editores lleguen a un gran acuerdo para hacer que las noticias digitales de sus diarios sean de pago, aunque por un precio muy reducido.

Al largo de la comida, el director de La Vanguardia también destaca el «momento difícil» que vive la prensa en cuanto a publicidad, especialmente en España, donde las previsiones de recorte publicitaria para este año ascienden a un 16,5 por ciento, en frente el 6,6 por ciento previsto de media europea. «El último año bueno para la prensa fue en 2007», cuando las ocho cabeceras más destacadas de España cerraron el ejercicio con unos ingresos por publicidad de 756 millones de euros (130 de los cuales, ingresados ​​por su diario) . Esta bonanza económica contrasta con la situación de un año más tarde, cuando los mismos ingresos publicitarios cayeron a 563 millones (93 de La Vanguardia). Las previsiones de cara a este año apuntan a un descenso mayor, y se espera que llegue la recuperación en 2010. Paradójicamente, apunta Antich, ya pesar de este descenso de ingresos, hoy La Vanguardia cuenta con 65.000 suscriptores en Cataluña y 3.000 en España, la cifra más alta de su historia, lo que le da una posición de inicio muy buena para con sus competidores. En relación a este punto, el director de La Vanguardia calificación es su diario de «catalán, con vocación española» o, lo que es lo mismo, «diario en castellano, pensado en catalán». Al respecto, Antich da por hecho que, en el futuro, La Vanguardia tendrá edición catalana, y que estará lingüísticamente muy bien cuidada, porque hay «mucha gente que pide leer en un catalán correcto». Ya para terminar, los asistentes se adentran con el invitado en un vigoroso diálogo sobre la situación de crisis económica que vive el mundo y sobre las medidas que toman los gobiernos y la clase política en general para poner solución.