InicioActualidad1990/1993: Tres primeros años de ilusión y coraje para poner en marcha Intemèdia

1990/1993: Tres primeros años de ilusión y coraje para poner en marcha Intemèdia

  • 29 Ene 2025
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Intermèdia Grup de Comunicació, actualmente dirigida por Aina Rodríguez Escoruela, nació oficialmente en noviembre de 1990, aunque ya hacía meses que se estaba trabajando en ello desde un pequeño edificio de planta baja que antes había sido estudio del arquitecto Carles Pons y, previamente, una histórica carpintería en el muy artesanal barrio de Gràcia.

Allí, en la calle Luis Antúnez 16, se reunía un pequeño equipo de tres trabajadores: el fundador Toni Rodríguez Pujol y dos ejecutivas, Marta Serra Alacid, que también se encargaba de las funciones administrativas, y Montse Ferrer Ortega. Montse y Toni procedían de “Dupont & Dupond” (D&D), una agencia de comunicación en la que ambos habían trabajado hasta que D&D decidió centrarse exclusivamente en el campo de la publicidad.

Los accionistas iniciales de Intermèdia fueron el propio Toni Rodríguez, periodista; Lluís Badia, financiero; y, de forma minoritaria, Xavier Punsoda, abogado. Los tres eran amigos y antiguos compañeros de estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. Badia, casado con Marta Serra, y Punsoda se mantuvieron en la empresa durante tres años, hasta que el proyecto se consolidó.

La irrupción de Intermèdia en el panorama de la comunicación corporativa fue realmente destacable, gracias a unas elecciones a la presidencia de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona ganadas por la mínima por el candidato de Intermèdia, Antoni Negre i Villavecchia.

Negre era “un señor de Barcelona” apasionadamente independiente, al igual que Intermèdia, que solo militaba en el Barça y no solía casarse con nadie. Abogado, presidente de Abelló Linde, S.A. y cónsul de Austria, solo su capacidad de trabajo y su habilidad para rodearse de buenos colaboradores le permitieron ganar una presidencia que toda Barcelona ya veía en manos de su oponente, el hotelero Joan Gaspart.

Gaspart era el candidato in pectore del presidente saliente, Josep Maria Figueras, un gran empresario de la construcción, potente y culto, que lideraba intelectualmente al empresariado de nuevo cuño vinculado a la construcción, la hostelería, la Fira y el Barça, que poco a poco estaba sustituyendo a la tradicional aristocracia textil que había dominado el panorama de la ciudad.

Frente a ese poderoso grupo de intereses, Negre era un verso libre de la sociedad civil catalana, tal como lo definiría años después Toni Rodríguez en Via Empresa, y representaba unos valores con los que la agencia se identificaba plenamente.

La fecha de la votación que daría un giro decisivo a la historia de la Cámara fue el 11 de abril de 1991, cuando Negre obtuvo aquella mínima victoria gracias a una abstención y a la diferencia de un solo voto a favor. Esto permitió, colateralmente, consolidar Intermèdia, que prestó servicio a la Cámara hasta enero de 2002 y, como consecuencia, también a la Fira, entonces dirigida por Ferran Lemus, cuya presidencia también correspondía al presidente de la Cámara.

 

UNA AMPLIA LISTA DE CLIENTES

Otros clientes destacados de aquella primera etapa fueron AUTEMA, que sigue siéndolo desde antes incluso de la creación de D&D; Cebalsa ATO, dirigida por Ramon Mas (enero de 1991); el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña, presidido por el doctor Josep Lluís Navarro (octubre de 1990); Óptica 2000, en colaboración con la comunicadora y actriz Ivonne Sentis (noviembre de 1991); AFOPAC, una asociación de panaderos que querían abrir en domingos y festivos (junio de 1991); Palau de la Música, con Rosa Garicano como directora (junio de 1991); Pierre Cardin Espagne, dirigida por el cineasta Paco Poch (desfile en Madrid, marzo de 1991, y en París, febrero de 1993); Fundación Empresa Catalunya i Europa (FECE), liderada por David Samper (misión empresarial en Caracas, julio de 1991); Fibanc, presidida por Carles Tusquets (septiembre de 1991); Sotaverd, propiedad de Ferrovial, Bonasport y L35, liderada por Xavier Ribó (enero de 1992); Club Natació Barcelona (febrero de 1992); Quinta Salut L’Aliança, presidida por Miquel Esquirol (mayo de 1992); 125 aniversario de Sant Joan de Déu (junio de 1992); Institut Català de Finances, dirigido por Ernest Sena (febrero de 1993); Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida (diciembre de 1993), entre otros.

Mención aparte merecen el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, que quería construir un bloque de edificios destinado a separar “el grano de la paja” del ingobernable barrio de La Mina, y el Certamen de las Mejores Iniciativas Empresariales del Año, que, al igual que AUTEMA, tenía más de diez años de trayectoria antes de la fundación de Intermèdia.

El conflicto del Besòs, iniciado en 1989, enfrentó a un alcalde valiente como Antoni Messeguer y su inseparable Joan Albert Dalmau (padre del actual conseller de presidencia) con toda clase de poderes fácticos con intereses contrarios al proyecto. Entre ellos, secciones locales de ciertos partidos políticos, clanes del narcotráfico, mafias inmobiliarias marsellesas y vecinos inmigrantes de segunda generación que no querían mezclarse con “gente de la Mina”.

La gestión de esa cuenta fue durísima e incluso peligrosa, con cócteles molotov, barricadas en la calle, mossos d’esquadra descendiendo desde helicópteros a los tejados y guerras de propaganda de alto nivel. Aquellos hechos se conocieron como “la Intifada del Besòs”, en referencia a los levantamientos palestinos de 1987 a 1993 que dieron la vuelta al mundo por su virulencia.

Si queréis más detalles, aunque novelados, podéis encontrarlos en Aquella Colla de Fills del 68, de Toni Rodríguez (El Lector Universal SL, Barcelona, julio de 2020). Los personajes son fácilmente identificables.

Otra mención especial merece el Certamen de las Mejores Iniciativas Empresariales del Año, impulsado por El Periódico de Catalunya y el Departamento de Industria de la Generalitat, que desde 1980 quiso destacar públicamente casos de éxito para combatir el pesimismo en tiempos de altísima inflación, numerosas quiebras y cierres de empresas, huelgas interminables y atentados terroristas. El jurado estaba presidido por Vicenç Oller e integrado por los presidentes de la Cámara de Comercio, Foment del Treball, PIMEC, el Colegio de Economistas y el Círculo de Economía. Toni Rodríguez era su secretario e Intermèdia trabajó intensamente en él hasta su disolución en 1999.

 

UNA JORNADA INTENSA

La jornada diaria de la agencia comenzaba con la lectura de todos los periódicos y suplementos publicados en Madrid y Barcelona, seguida de una intensa sesión de recortes y fotocopias que se enviaban a los clientes vía fax, un aparato telefónico que transmitía textos y que, en ocasiones, bloqueaba el sistema. Carles Tusquets solía quejarse de ello con toda la razón del mundo.

Con todo aquel trabajo, Intermèdia tuvo que buscar refuerzos. Al principio, fue la periodista Núria Navarro, familiar del fundador, quien, entre otras cosas, echó una mano al equipo. Más adelante, se incorporó temporalmente Montse de Azúa, antigua secretaria del despacho privado del exconseller y presidente de Dupont & Dupond, Vicenç Oller.

Pero no fue hasta la incorporación de Eva Pallàs, en 1992, que Intermèdia entró en una etapa de mayor estabilidad que nos ha llevado hasta hoy. Eva, uno de los pilares fundamentales del proyecto, es actualmente la persona con mayor trayectoria dentro de la agencia.

Cabe decir, sin embargo, que entró cuando aún tenía 24 años. ¡Larga vida a Intermèdia!