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Alfredo Serrano, una vida entre cruceros

  • 06 Jul 2023
  • Opinión
per Víctor Costa
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Alfredo Serrano es ingeniero industrial y un viajero vocacional que se convirtió “por casualidades de la vida” en director nacional de CLIA. La Asociación Internacional de Líneas de Crucero de España que representa Royal Carribean, MSC Cruceros, Norwegian Cruise Lines o Costa Cruceros, entre muchas otras compañías. Siempre le ha interesado el turismo.

-Lleva más de 20 años en la industria de cruceros…

Casualidades de la vida. Empecé en el sector tecnológico, industria y fabricación. Lideraba una división en una multinacional que cerró. Me lo tomé como una oportunidad para pensar y recibí muchas ofertas.

-Se subió a su primer crucero.

El entonces presidente de Transmediterránea me llamó para comentarme que estaba armando una división de cruceros. Yo no sabía nada de cruceros ni de ferris, pero el turismo siempre me ha interesado. No me lo pensé demasiado, era el comienzo de una bonita historia. Una cosa llevó a la otra.

-Y aquí estamos.

Si alguien me hubiese dicho que estaría más de 20 años en el sector de los cruceros, jamás se me habría pasado por la cabeza. Así son las cosas. Me gustaría decirte que soy un apasionado de toda la vida del mar y que navegaba desde los tres años, pero no es mi caso. Casualidades de la vida. 

 

Carta a Collboni

Jaume Collboni es el nuevo alcalde de Barcelona. “La política es una forma de vivir”, aseguraba Collboni en el Momento Intermedia del pasado mes de febrero. Es partidario del sí, o del ¿por qué no? Su visión es la de una ciudad conectada con el talento, las inversiones y las oportunidades para todas aquellas empresas y personas jóvenes que quieran establecerse en la capital catalana. “La historia de Catalunya y Barcelona, las grandes instituciones culturales o el desarrollo económico no se entendería sin la colaboración publicoprivada. La ciudad es pacto y no un espacio en el que experimentar la ideología. Hay muchos intereses y perspectivas distintas, pero liderar una ciudad es tener capacidad de generar pactos de colaboración”, añadía Collboni por aquel entonces.

Así pues, le preguntamos ahora a Alfredo Serrano por su relación con el Ayuntamiento de Barcelona liderado por el alcalde Jaume Collboni.

Es de Madrid, pero conoce muy bien Barcelona. ¿Qué le pediría al nuevo alcalde?

La relación con algunos tenientes de alcalde no era tan fluida, pero con Jaume Collboni hemos tenido muy buena interlocución y ya conoce nuestro punto de vista. Lo único que puede pedirle es que haga un análisis riguroso de lo que los cruceros representan, que se abandone un poco la ideología y se aborden los problemas que pueden generar el turismo.

-¿Por ejemplo?

Sería ridículo negar que se generan algunas externalidades negativas con el turismo y los cruceros, pero las externalidades positivas y los beneficios son infinitamente superiores. Aun así, hay razones para reducir o eliminar las externalidades negativas. El medio ambiente es física y química, pero no ideología. Hay datos y tecnología para saber dónde y porqué se produce una congestión turística. Nosotros podemos influir bastante en el comportamiento de nuestros clientes, ayudar en la distribución y recomendarles a qué destinos y horas ir. Para ello necesitamos una interlocución con todo el Ayuntamiento de Barcelona, desde turismo hasta movilidad. Los problemas de la gente se arreglan con datos y trabajo.

Lo único que puedo pedirle a Jaume Collboni es que haga un análisis rigurosos de lo que los cruceros representan, que se abandone un poco la ideología y se aborden los problemas que puede generar el turismo

-Vayamos a los datos: los cruceros representan un 4% del turismo de Barcelona, generan una facturación de 1.000 millones de euros para la economía, tienen un gasto medio de 230 euros al día…

Estas son cifras de un estudio de la Universidad de Barcelona que se hizo en 2014 y se actualizó en 2016. Imagínate. Convendría actualizarlo junto con Turismo de Barcelona. El sector fue generando más empleo y contribución económica hasta que llegó la pandemia. Otro dato comparativo: el crecimiento de los cruceros ha sido de un 3,1% anual a lo largo de los últimos diez años, mientras que el número de turistas en Barcelona ha crecido por encima del 4% anual y los movimientos de aviones en el Prat han crecido por encima del 8% anual.

-¿Totalmente recuperados tras la pandemia?

Volvimos a operar el año pasado con cifras testimoniales. Había todavía restricciones en los niveles de ocupación de los barcos por el covid y de hecho, este va a ser el primer año en el que volvamos a la normalidad. Nuestra expectativa es acercarnos a las cifras de 2019.

 

El objetivo de la sostenibilidad

Según el informe del Laboratorio de Transferencia de Conocimiento de la Universidad de Barcelona, los cruceristas gastan de media unos 230 euros por persona al día. El Puerto de Barcelona quiere electrificar todos sus muelles de cara a 2026 para que los cruceros puedan conectarse en red y de momento, prevé acoger hasta 800 escalas de cruceros a lo largo de este 2023. Una quinta parte de estos movimientos será realizada con gas natural licuado y un 58% de estos cruceros empezará o finalizará su trayecto en la capital catalana.

-¿Los cruceros son sostenibles y respetuosos con el medio ambiente?

Hay un objetivo más que una estrategia: ser neutros en carbono en 2050. Los cruceros somos una parte relativamente pequeña del transporte marítimo, pero podemos estar a la vanguarda de nuestro sector porque lo que pasa en una de nuestras salas de máquinas no es tan distinto de lo que pasa en cualquier otro barco.

Podemos animar, invertir y colaborar con fabricantes de motores y astilleros hasta el punto de ser los primeros en adoptar su innovación, aunque eso pueda suponer un salto al vacío. Estamos liderando la manada, pero tenemos que movernos con ella. Nuestro objetivo es descarbonizarnos y tener un impacto neutro o incluso positivo en el medio ambiente.

Hay un objetivo más que una estrategia: ser neutros en carbono en 2050. Los cruceros suponen el 0,12% de las emisiones globales de CO2. Queremos ser el 0%

-Volvamos a los datos.

El transporte marítimo representa el 3% de las emisiones de CO2 de todo el mundo. Los cruceros representan el 4% del transporte marítimo. Es decir, los cruceros suponen el 0,12% de las emisiones globales de CO2. Queremos ser el 0%.

-¿Cómo?

Utilización de combustibles con menor impacto medioambiental como, por ejemplo, el gas natural licuado que hoy por hoy es la forma más sostenible para propulsar un barco de las dimensiones de un crucero. Muchas soluciones parciales acaban solucionando un problema.

-¿Más soluciones parciales?

La electrificación de los muelles, así los barcos pueden apagar sus motores y no contaminar cuando estén atracados. Nuestra flota está mucho más avanzada en electrificación que el resto del transporte marítimo y que los puertos. También hacemos tratamientos residuales del agua y cuando se descarga al mar tiene los mismos estándares de calidad que la ciudad de Barcelona. No dependemos ni utilizamos los recursos hidráulicos de los destinos a los que vamos y estamos plenamente concienciados con la sequía del Mediterráneo, España y Catalunya.

-La sequía es un grave problema…

Nosotros no agravamos el problema, ya que somos autónomos y podemos autoabastecernos con potabilizadoras que tenemos a borde de los cruceros. También hay la sostenibilidad social y económica más allá de la medioambiental.

Barcelona es el primer puerto de embarque y desembarque de Europa e incentivamos que la gente alargue su estancia y tenga una mayor contribución a la economía local

-¿Los cruceros son sostenibles económica y socialmente?

Maximizamos el rédito económico de la actividad de los cruceros trabajando con proveedores locales de cada ciudad. Por ejemplo, Barcelona es el primer puerto de embarque y desembarque de Europa e incentivamos que la gente alargue su estancia y tenga una mayor contribución a la economía local. Además, tenemos un gran respeto por los derechos de nuestros trabajadores. Nuestro objetivo es que la industria sea 100% sostenible.

 

La polémica

Dicen que en todas partes cuecen habas, pero la polémica con los cruceros hace ya unos años que está servida. Sin ir más lejos, la alcaldesa Ada Colau dijo en precampaña electoral que “los cruceros dan poco beneficio y generan colapso”.

Hablamos con Alfredo Serrano, director nacional de CLIA, acerca del motivo de tanta polémica.

-¿Por qué generan tanta polémica los cruceros?

Esto habría que preguntárselo a los que piensan así…

-Todavía recuerdo las declaraciones de la regidora Gala Pin acerca de “la plaga de langostas que devoran el espacio público y se van”

Este tipo de críticas son la excepción en los 1.500 puertos que se visitan por todo el mundo. Recibimos habitualmente felicitaciones y la alfombra roja. Ya hace muchos años que Barcelona es el primer destino de cruceros y hay gente a quien le gusta y gente a la que no. Sin embargo, a muchos destinos les gustaría tener un problema así porque implica el éxito de la operación de los cruceros.

Ya hace muchos años que Barcelona es el primer destino de cruceros y hay gente a quien le gusta y gente a la que no. Sin embargo, a muchos destinos les gustaría tener un problema así porque implica el éxito de la operación de los cruceros

¿Cuál es la raíz de las críticas?

En estos colectivos hay una corriente de opinión que es peligrosa para nuestro modo de vida como es el decrecimiento económico. Menos de todo para que el planeta esté mejor. Lo que no acaban de decir es de qué vamos a vivir todos porque si hay menos de todo, también habrá menos trabajo. El crecimiento razonable de la actividad económica no es incompatible con la sostenibilidad y en cambio, el decrecimiento es más pobreza.

-El turismo sigue creciendo en Barcelona…

Los cruceros somos un sector bastante desconocido y aquí podemos hacer todavía mucho trabajo. Todo el mundo ha cogido alguna vez un taxi, ha ido a un hotel o ha viajado en avión. Sin embargo, no tanta gente ha hecho un crucero al menos una vez en su vida. Así pues, es relativamente fácil considerar verosímiles aquellas críticas que se hacen pero que no tienen fundamento científico. Es más fácil creer lo que se dice de un barco que lo que se dice de un avión.

-Ver para creer.

Nosotros somos muy visibles en las ciudades. Los barcos son maravillas tecnológicas. Nadie ve cuantos aviones despegan y aterrizan en el Prat, pero los barcos se ven desde distintas partes de la ciudad. Si alguien quiere establecer una relación causa-efecto entre el número de cruceros y la congestión en algunas partes de Barcelona…

El crecimiento razonable de la actividad económica no es incompatible con la sostenibilidad y en cambio, el decrecimiento es más pobreza

 

La Copa América y la economía azul

Mucho se ha hablado ya sobre la Copa América y lo que todavía queda por navegar. Según un estudio de la Universitat Pompeu Fabra, el vento tendrá un impacto neto de 1.200 millones de euros y supondrá la creación de hasta 19.000 puestos de trabajo. Hablamos también de ello.

-Acabemos hablando de la Copa América.

Visito muy a menudo Barcelona y creo que la Copa América es un proyecto fascinante y percibo la ilusión y las enormes expectativas que está generando en mucha gente. Es una gran oportunidad. Quizás la analogía con los Juegos Olímpicos es un poco excesiva, pero desde luego que es un hito muy importante y la ciudad no puede dejar pasar esta oportunidad.

-La oportunidad de la economía azul.

Hace unos días hablaba con la gente dels Amics de la Rambla acerca de la Barcelona marinera y comerciante. Nos sorprende el enorme desconocimiento que hay por parte del barcelonés medio sobre el mar y la importancia que tiene para la economía catalana y mundial. Hay mucha ignorancia y parece que la ciudad y el mar sean dos mundos distintos. El puerto es una gran fuente de riqueza.

La Copa América es un proyecto fascinante y percibo la ilusión y las enormes expectativas que está generando en mucha gente. Es una gran oportunidad

¿De donde viene este desconocimiento?

No me refiero solo a los cruceros ya que nosotros somos solo una “víctima”. Sería muy bueno que todo el mundo conozca, valore y aprecie más los vínculos entre Barcelona y el mar. La Copa América puede ser una gran oportunidad. Hay que dar a conocer la descarbonización del transporte marítimo, así como todos los esfuerzos, las inversiones y el liderazgo de los cruceros en esta transformación. No es un San Benito, ni hay que darnos tantos palos ni culparnos de todo. No me corresponde a mi quejarme, pero sí que tenemos que seguir construyendo una interlocución positiva con todas las autoridades.

-Una cuestión de colaboración publicoprivada. 

Es absolutamente fundamental. A veces se habla de las externalidades negativas de los cruceros y de la congestión en ciertas zonas de Barcelona. Nosotros vamos de la mano y colaboramos con las autoridades para dar herramientas e información a los cruceristas para planificar su visita de otra forma. El liderazgo recae en las autoridades que han sido escogidas por los barceloneses.

Ponemos punto y final a una de esas conversaciones que nos permiten dejar el mar en calma en un verano que avanza a velocidad de crucero. Y no se olviden que, tal como decía el gran Peter Drucker, “la estrategia es una mercadería y la ejecución es un arte” del mismo modo que “la cultura se come a la estrategia para desayunar”.

¡Buen viaje a toda vela!