Probablemente, una pandemia sea más que una crisis. En realidad, es la madre de todas las crisis; sanitaria, social y económica. Una gran crisis sistémica que, una vez pasadas las fases previas de shock, negación y rabia, llega a la aceptación y reclama un gran esfuerzo de comunicación y, por tanto, un buen portavoz, que en estos casos suele ser liderar el presidente.
Pero hay liderazgos de muchos tipos: autoritario, narcisista, paternalista, compasivo … No lidera igual Trump que Trudeau, ni Sánchez que Bukele, por poner sólo cuatro ejemplos.
En esta rueda de prensa, https://www.youtube.com/watch?v=w2tPGgjWx1c Donald Trump comparece en compañía de su vicepresidente, Mike Pence, junto al Attorney General, William Barr, la directora de la Oficina de Respuestas de la Casa Blanca, Deborah (Debbie) Birx, y un militar con una exposición minimalista de medallas sobre el pecho. Él es el único que procura mantener una distancia física prudencial con los demás.
Trump, desafiante como de costumbre, dedica los primeros 20 minutos a desahogarse, hasta que resignadamente cede la palabra a Barr, que apenas invierte 5 minutos en su charla. A la izquierda de la imagen, Pence se esfuerza por no transmitir ninguna emoción facial concreta. A la derecha, Debbie repasa mentalmente su discurso. Una vez en el atril, la directora habla durante 4 minutos, que parece que a Trump se le hacen largos. Después llega el turno de Pence. Debbie y William respiran tranquilos. Incluso el abogado parece tentado de permitirse una cabezadita incluso estando de pie. El vicepresidente dedica casi 8 minutos a su intervención mientras Trump le refuerza asintiendo con la cabeza. Cierra la primera ronda el señor de las medallas que, curiosamente, no habla del primer soldado de la nación, sino de protección y de asegurar los suministros.
Tres cuartos de hora después del inicio, Trump recupera el atril y empiezan las preguntas de los periodistas. La primera no la sabe y no tiene más remedio que pasarle la palabra a Debbie. La directora de Respuestas, responde. Trump parece certificar sus palabras. Prueba superada. Los periodistas siguen haciendo preguntas a Debbie. Definitivamente, Debbie es la estrella. William se inquieta. El militar oculta una sonrisa. Trump, impaciente, decide intervenir desde fuera el atril. Debbie da un paso atrás y finalmente, con humildad, vuelve a tomar la palabra para reconocer que todavía están aprendiendo. William sonríe, aliviado. Trump, más risueño, intenta recuperar la centralidad de la imagen. Pero no, aún hay una pregunta más para Debbie, que vuelve a la palestra. Será la última vez. En el estrado ya no queda nadie. Los últimos 21 minutos serán todos enteros para Trump, en el centro del escenario mediático.
¿Quién ha sido el líder? ¿Donald? ¿Debbie? ¿Quién es el líder autoritario? ¿Quién es el líder compasivo? ¿Quién el paternalista? ¿Y quién el narcisista? ¿Donald Trump? ¿Justin Trudeau? ¿Pedro Sánchez? ¿Nayib Bukele?
Cabe recordar que compasión y comunicación comparten prefijo. Y que Narciso vivió pendiente de su propia imagen.
Feliz mes de abril y que el confinamiento les sea leve.
#quedaosencasa.
