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Editorial. «Seguiremos informando»

  • 02 May 2023
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Explica el comunicador Agustí Rodríguez Mas en un libro coral llamado “Radio Minuto, la historia”, que en 1982 hubo un empresario y un pequeño grupo de jóvenes y entusiastas radiofonistas que lanzaron una propuesta innovadora, basada en la llamada radiofórmula, que, a diferencia de otros medios, ofrecía día y noche, toda la semana, una información constantemente actualizada.

De hecho, Radio Minuto fue una red social “avant la lettre”. Un fenómeno ágil y rompedor (hoy diríamos disruptivo) y en cierto modo interactivo, surgido antes de la aparición de internet, los ordenadores y los teléfonos móviles.

La fórmula daba inmediatez e incluso cierto diálogo social, frente a la información rígida que daban otras emisoras en los dos o tres noticiarios que producían diariamente y a la publicación de la única edición diaria que lanzaban los periódicos. Una edición que no podía ser revisada, ampliada ni corregida hasta el día siguiente. Era “flor de un día” como decía el gran Andreu Rosselló, añorado director de El Correo Catalán. 

Radio Minuto trabajaba en bloques horarios de 5 minutos, iniciados con la frase “buenos días; son las xx en punto de la mañana (o la tarde o la noche); la temperatura ambiente al pie del Tibidabo es de xx grados y estas son las últimas noticias”, seguida de un pequeño noticiario a dos voces, una cuña publicitaria de 15 o 20 segundos y esta despedida: “son las xx y cinco; hasta aquí las noticias, seguiremos informando”. Es decir, hora, temperatura “ambiente” y la información más útil e indispensable. La publicidad, muy limitada a la escaleta de guión, les salía por las orejas.

El espacio informativo que iba a continuación se redactaba a partir de teletipos de última hora de Efe o Europa Press, resumidos casi como titulares (o como mensajes de Twitter) y conexiones en directo con redactores desplazados desde la calle Teodor Roviralta a los puntos más calientes de la actualidad. El problema añadido del redactor consistía en encontrar a tiempo el teléfono de pared -generalmente dentro de un bar- desde el que pasar la crónica.

Después del mítico “seguiremos informando” sonaba un disco casi inédito recién llegado, a saber cómo, desde Londres o Andorra, seguido de series sucesivas de música y noticias. Y a la siguiente hora en punto se reiniciaba el ciclo: “buenos días, son las XX de la mañana, la temperatura ambiente al pie del Tibidabo…”.

La fórmula llegó a tener 500.000 oyentes diarios (hoy les llamaríamos seguidores), que podían interactuar con la redacción. Algunos de ellos eran compañeros de otros medios de comunicación, taxistas y algunos tenderos que conectaban la emisión como telón de fondo.

Cuando había una noticia “bomba”, sonaba en antena una campanilla de aviso, al igual que lo hacían los teletipos de todas las redacciones. El programa murió, probablemente de éxito, en 1990.

De Radio Minuto se pueden aprender muchas cosas, pero ahora sólo destacaremos tres:

  • Sé breve. No hay nada que no pueda explicarse en menos de 3 minutos
  • Sé selectivo. Sólo hace falta explicar lo que realmente interesa a tu público.
  • Sé ameno. Haz que tu mensaje se convierta en una experiencia agradable. 

 

Y, sobre todo, hazlo con ganas de pasarlo bien, procurando no morir de éxito.

¡Feliz mes de mayo!

Seguiremos informando.