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El arte, la comunicación y los cinco sentidos

  • 28 Oct 2019
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Según el folleto que presenta la última exposición de la Pedrera, Bill Viola es un pionero del videoarte y uno de los artistas más destacados del actual panorama mundial. Hablando de sí mismo, Viola dice que finalmente se ha dado cuenta de que el lugar más importante de su obra «no es en una galería de museo, ni en una sala de proyección, ni en un televisor, ni en la pantalla de video , sino en la mente del espectador que lo ha visto. De hecho, remacha, «sólo es aquí donde puede existir«.

Igualmente se podría decir de la comunicación. Si el mensaje no llega a las mentes, sencillamente, no existe. De hecho, el arte es el instrumento más potente de la comunicación humana.

 La pregunta, sin embargo, sería ésta: para llegar a la mente del destinatario, en un mundo saturado de estímulos audiovisuales, basta con interpelar únicamente a uno de los cinco sentidos? Basta con la vista? O el oído? O el tacto? O el gusto? O, incluso, el olfato?

Hablando de música, el escritor Manuel Vilas nos lo explicaba a su manera, en El País: los elepés (long play) –decía- eran materia, que ocupaba un espacio visible en tu casa, en la cama, junto al tocadiscos: tu familia veía esos tipos extraños que salían en las fundas de los elepés… Fueron 31 centímetros cuadrados de vida ganados a la España de 1973… la funda del Rock and Roll Animal de Lou Reed dibujaba un enigma. Allí había una religión …».

Llamarle religión, más allá de la licencia literaria, puede parecer excesivo. Pero no hay duda de que el acto ritual de poner un vinilo en el tocadiscos apelaba directamente los sentidos de la vista, el tacto, el oído e incluso el olfato. El sabor era complementario y lo solía aportar el cubata ocasionalmente asociado a la acción de escucharlo.

Ahora dicen que el vinilo vuelve a estar de moda, pero que la gente -no necesariamente mayor ni nostàlgica- los compra más bien como objetos de culto que para escucharlos realmente. Sobre todo, porque hoy día los tocadiscos son un bien escaso y bastante caro. Pero el hecho de que haya habido un retorno destacable algo querrá decir. Dicen que en 2018 se vendieron más vinilos que en 1978.

Y el olfato? Según los expertos en marketing, el olor desata una respuesta emocional inmediata. Los lectores más veteranos recordarán seguramente el olor característico del cine Publi, en el paseo de Gracia de Barcelona, ​​que daba ganas de volver otro día. Décadas después de su cierre, llega el Olfactory Branding, que dicho en inglés parece todo un descubrimiento, pero que algunos panaderos barceloneses de los años noventa ya conocían, cuando usaban dispensadores con olor de pan tierno enfocados a la calle para atraer compradores impulsivos.

Se puede sacar alguna conclusión de todo esto? No estamos seguros. Pero en cualquier caso nos hace pensar que la comunicación, para ser efectiva, debe emocionarnos, como lo hace el arte. Y las emociones entran por los sentidos. Cuantos más, mejor.

 

Que tengan un feliz mes de Noviembre