Cómo el control del relato permite construir un mensaje favorable a nuestros intereses
En el contexto actual, (crisis de la DANA en Valencia, la polémica de los fichajes del FCB, el inicio de los actos de celebración de los 50 años de democracia, o los incendios que están asolando Los Ángeles, etc) el control del relato se ha convertido en una herramienta esencial para cualquier organización, empresa o institución que quiera comunicar con efectividad y alcanzar sus objetivos estratégicos. Las organizaciones ya no pueden limitarse a reaccionar ante las noticias o los acontecimientos; deben anticiparse y tomar la iniciativa en la construcción de su relato. Esta capacidad de controlar el relato permite construir mensajes alineados con los propios intereses, así como transmitir una imagen coherente y creíble.
¿Qué significa controlar el relato?
Controlar el relato significa asumir la iniciativa en la construcción y difusión del mensaje sobre qué hace, qué piensa y qué representa nuestra organización. No se trata solo de difundir información, sino de construir una narrativa que explique de manera consistente y estratégica los valores, las acciones y los objetivos que nos definen.
Cuando la organización no controla el relato, corre el riesgo de ser definida por factores externos, como los medios de comunicación, o las redes sociales. Por tanto, el control del relato no es solo una cuestión de imagen, sino una herramienta de posicionamiento estratégico y de protección de la reputación.
Beneficios de controlar el relato
El control del relato tiene varios beneficios que pueden contribuir al éxito de la organización y a la consolidación de su posición en el mercado o sector. Algunos de los más importantes son:
- Construcción de credibilidad y confianza: Cuando una organización controla su mensaje y este es coherente a lo largo del tiempo, transmite seguridad y gana la confianza del público. La transparencia y la claridad son clave.
- Adaptación a los intereses propios: Controlar el relato permite poner énfasis en aquellos aspectos que son más favorables para nuestra imagen o para nuestros objetivos estratégicos. Así, podemos resaltar nuestros logros, valores y objetivos, y gestionar con cuidado aquellos aspectos menos favorables o que puedan generar controversia.
- Posicionamiento y diferenciación: Una narrativa sólida y consistente nos ayuda a destacar respecto a la competencia, ya que permite comunicar qué nos hace únicos.
Elementos clave para controlar el relato
Controlar el relato requiere una estrategia de comunicación bien definida y alineada con los intereses de la organización. Quiero destacar cuatro aspectos:
- Definir una narrativa central
- Consistencia y autenticidad
- Segmentación de la audiencia
- Observación de la percepción pública
El control del relato en situaciones de crisis
Por otro lado durante una crisis, controlar el relato es aún más esencial, ya que los rumores y las informaciones negativas pueden dañar la reputación de manera rápida y grave. Es importante ofrecer una respuesta rápida, honesta y empática que ayude a mantener la confianza del público y minimizar el impacto negativo. En estos momentos, controlar el relato nos permite mantener el control de la situación y proteger los intereses de la organización.
En definitiva, controlar el relato es mucho más que una técnica de comunicación: es una herramienta estratégica para cualquier organización que quiera construir un mensaje favorable a sus intereses. En un mundo altamente competitivo e interconectado, la capacidad de tomar la iniciativa y gestionar la narrativa propia no solo permite proteger la imagen y la reputación, sino que también nos posiciona como líderes en nuestro sector. Así pues, controlar el relato es clave para construir una relación de confianza con el público, alcanzar los objetivos de la organización y destacar en un entorno cada vez más complejo y competitivo.