Eneko Goia es uno de los miembros más destacados del ala independentista del Partido Nacionalista Vasco, gobierna el ayuntamiento de San Sebastián con el apoyo del Partido Socialista de Euskadi y defiende el pacto de su partido con el PP a nivel de Estado porqué dice que es una opción para el cambio y porqué “hacemos lo que debemos hacer”.
Se diría, pues, que Goia es un político pragmático y realista capaz de pactar con todos, o con casi todos, en beneficio de sus propios objetivos.
Tiene 46 años, está casado y es padre de cuatro hijos, dos de ellos gemelos.
Amante del camping en familia y aficionado a la música de Lluís Llach, Pink Floyd y Alaska y los Pegamoides, sus amigos le definen como un “hombre tranquilo”, “un pedazo de pan”, “un buen tío”, “un hombre de firmes convicciones”, “persona disponible”, “exigente con los demás y consigo mismo” y “loco por la política”.
Define su ciudad en dos frases: Donosti es una “ciudad plural” y “una experiencia de vida”, y pretende consolidar su futuro sobre dos ejes principales: el turismo y la tecnología.
En el primero de esos dos ejes, el turismo, tiene dos grandes adversarios: la izquierda abertzale que no está mucho por la labor, y los apartamentos turísticos ilegales, que también le dan mucha guerra. Eneko anhela convertir su ciudad en centro de referencia del turismo cultural, que nunca confunde con el turismo elitista, y que la cultura debe servir para mejorar la convivencia.
San Sebastián cerró con buena nota y buen grado de convivencia su capitalidad de la cultura europea de 2016, y sostiene que hay que crear una ciudad del conocimiento agradable y capaz de atraer visitantes, antes que atraer visitantes indiscriminadamente y ceder la iniciativa a sus necesidades más básicas.
Usuario notable de redes sociales, es hijo político de Joseba Eguibar, fue un duro adversario municipal del ex alcalde socialista Odón Elorza, y mantiene una buena relación personal con su actual teniente de alcalde Ernesto Gasco, también socialista.
Él ha sido el primer dirigente nacionalista vasco en visitar el Intermèdia Confidencial en sus más de 10 años de vida, ofreciendo una interesante mirada sobre el actual proceso político catalán, en el que el PNV está jugando un papel determinado, y al que nuestro invitado ha expresado públicamente su apoyo, aun declarando que “ese modelo” no es el suyo.
Reconozcamos, para acabar, nuestra coincidencia en el gusto por Pink Floyd y Lluís Llach. Lo de Alaska y los Pegamoides ya me pilla más lejos. Y apoyado en esa feliz coincidencia, me van a permitir que exprese dos deseos: que nadie nunca nos convierta en “Another brick in the Wall” y “Que tinguem sort”.
Muchas gracias a Eneko y a todos vosotros por acompañarnos.