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El negocio de hacer una convención y sus riesgos

  • 17 Nov 2009
  • Opinión
per Toni Rodriguez Pujol
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Dicen que las convenciones de los partidos son un invento, o si queréis, un instrumento, para conseguir un buen puñado de portadas, titulares, páginas enteras o medias páginas, comentarios de columnistas, editorialistas, grandes espacios en los telediarios, minutos de propaganda en las tertulias , etc, etc. En resumen, contado en términos de impacto en los medios de comunicación, un buen negocio.

Con riesgos, eso sí. Pero bien mirado, hay negocio sin riesgo? No, ciertamente, no. Esta vez, el negocio ha estado a cargo del PP y más concretamente del aparato «marianista» del PP, que ha venido a Barcelona a proclamar aquello de «un solo partido, un solo líder y un solo país», más o menos . «No lo traduce al alemán», aconseja el gran Toni Soler en su artículo del domingo en La Vanguardia. No sea que nos esgarriféssim.

Este, mira por dónde, era uno de los riesgos: acabar diciendo una frase, sin duda fabricada en el think tank de guardia del PP, que quiere decir una cosa, y los malintencionados-que siempre se encuentran-pueden hacer pensar que en vuelo decir otra. Pero, bueno, en definitiva, «pecatta minuta». El riesgo de verdad era querer escenificar un panorama de unidad y acabar viendo por la tele un Francisco Camps pasando de todo y más contento que unas pascuas al volante de un Ferrari en el circuito de Cheste, donde reina junto a la señora Barberá, la de los Vuitton. Ahora sólo faltaría que le regalaran uno (de Ferrari) para poder ir el próximo domingo a hacer carreras con el Ricardo Costa y su Infinity. Porque de la señora Esperanza y sus ausencias, mejor que no hablemos.

Y aún hay otro, de riesgo. Y es que saliera un periodista como el director de La Vanguardia, José Antich, y, sabedor como es de donde es la noticia (por eso es director de un diario de los más grandes del Estado), que va y le hace decir en una entrevista (porque él directamente no lo dice) que no descarta un pacto PSC-PP similar al del País Vasco para gobernar Cataluña. Y esta sí que es gorda. Sólo hay que ver las reacciones.

Son los riesgos de hacer una convención, eso ya lo sabía todo el mundo antes de empezar.

Y si no lo sabía, debería haberlo sabido.

Con riesgos, eso sí. Pero bien mirado, hay negocio sin riesgo? No, ciertamente, no. Esta vez, el negocio ha estado a cargo del PP y más concretamente del aparato «marianista» del PP, que ha venido a Barcelona a proclamar aquello de «un solo partido, un solo líder y un solo país», más o menos . «No lo traduce al alemán», aconseja el gran Toni Soler en su artículo del domingo en La Vanguardia. No sea que nos esgarriféssim.

Este, mira por dónde, era uno de los riesgos: acabar diciendo una frase, sin duda fabricada en el think tank de guardia del PP, que quiere decir una cosa, y los malintencionados-que siempre se encuentran-pueden hacer pensar que en vuelo decir otra. Pero, bueno, en definitiva, «pecatta minuta». El riesgo de verdad era querer escenificar un panorama de unidad y acabar viendo por la tele un Francisco Camps pasando de todo y más contento que unas pascuas al volante de un Ferrari en el circuito de Cheste, donde reina junto a la señora Barberá, la de los Vuitton. Ahora sólo faltaría que le regalaran uno (de Ferrari) para poder ir el próximo domingo a hacer carreras con el Ricardo Costa y su Infinity. Porque de la señora Esperanza y sus ausencias, mejor que no hablemos.

Y aún hay otro, de riesgo. Y es que saliera un periodista como el director de La Vanguardia, José Antich, y, sabedor como es de donde es la noticia (por eso es director de un diario de los más grandes del Estado), que va y le hace decir en una entrevista (porque él directamente no lo dice) que no descarta un pacto PSC-PP similar al del País Vasco para gobernar Cataluña. Y esta sí que es gorda. Sólo hay que ver las reacciones.

Son los riesgos de hacer una convención, eso ya lo sabía todo el mundo antes de empezar.

Y si no lo sabía, debería haberlo sabido.