Pierre de Fermat fue un abogado y matemático occitano que vivió en el siglo XVII en Toulouse, Burdeos y Orleans, y que ha pasado a la historia por ser el introductor del valor del infinito en el cálculo; por formular, junto con Pierre Blaise, la teoría de las probabilidades, y por haber “descubierto” la espiral parabólica, que es una espiral de signos opuestos que tan pronto sirve para acercarse al centro como para alejarse de él.
Me ha venido a la cabeza esta mañana, saliendo de un agradable desayuno con el señor Fèlix Riera, director de Catalunya Ràdio, que nos ha explicado que hay dos tipos de espirales: las que van hacia adentro, y las que van hacia fuera. En el primer caso, se trata de un proceso de retorno a los orígenes, búsqueda de referencias y equilibrio, fortalecimiento, resistencia y recuperación. En el segundo, de un proceso de proyección, expansión, impulso, cambio y búsqueda de nuevos espacios. O, dicho de otro modo, mercados.
Es evidente –aunque esto no lo ha dicho ni Riera ni Fermat– que para conseguir un mayor impulso y proyección, hay que contar con un punto central de partida bien firme, que permita avanzar sin temores, y si es necesario, poder regresar al origen, recordar de dónde venimos y reforzar el punto de partida. (Nota: si hay algún matemático en la sala, que no se escandalice con estas extrañas conclusiones: no son más que una licencia literaria nacida al abrigo de un melancólico día lluvioso.)
El caso es que una cosa lleva a la otra, y hoy, hojeando periódicos, los he vuelto a encontrar llenos de informaciones y análisis sobre los movimientos centrífugos y centrípetos de las fuerzas políticas catalanas. Y, especialmente, de las socialistas, que estos días están muy de moda.
Para resumir, interpretaciones políticas aparte, podríamos decir que los socialistas catalanes, esta atractiva y creativa mezcla histórica de intelectuales de Pedralbes y trabajadores de la Seat, está haciendo un viaje de regreso a los orígenes. En este caso, hay que recordar que los orígenes fundacionales del PSC, presentado en sociedad en julio de 1978, eran de carácter catalanista y federalista; que el nuevo partido se definía “nacional catalán” y que sus portavoces (Joan Reventós, Raimon Obiols…) solían enfrentarse a Convergència Democràtica de Catalunya proclamando que no admitían lecciones de catalanismo de nadie.
Han pasado muchos años y cinco primeros secretarios por el PSC: Joan Reventós, Raimon Obiols, Narcís Serra, José Montilla y Pere Navarro. Ayer, los diputados socialistas en el Congreso votaron por primera vez contra las directrices del PSOE, su partido hermano. Todo indica, pues, que el PSC, tras muchos años de espiral centrífuga y expansiva, ha querido volver atrás y recuperar sus orígenes.
Lo único que puede pasar es que este tipo de espiral de Fermat acabe convirtiendo el círculo en un cuadrado, lo que demostraría la posibilidad de la cuadratura del círculo.
Y me parece que eso, hasta ahora (y que el Señor y los matemáticos me perdonen) aún no lo ha conseguido ni Fermat, ni Riera, ni nadie.
Y eso que Fermat lo intentó de veras.