[:es]Había una vez un zorro que saltaba y saltaba para atrapar una uva tentador que colgaba de una parra. Hasta que se cansó y lo dejó correr. Para consolarse, pero, dijo: «¡Bah! Tampoco era para tanto: son verdes».
Ahora dicen que todo esto de señor Adelson, y su megaproyecto de Las Vegas made in Spain em>, vuelve a girar hacia Barcelona. Debe ser verdad, al menos, si atendemos a los síntomas emitidos desde Madrid, donde una de las mejores comunicadoras políticas de la península, la señora Esperanza, se ha apresado a decir que «lo IMPORTANTE es que se quede en España». Hombre, desde Cataluña se puede estar o no de acuerdo, pero debe considerarse que la señora Aguirre no habla para NOSOTROS, sino para los suyos; es decir, en primer lugar para el aparato y la militancia del PP y segundo para los habitantes de su comunidad. Y no para nosotros. Y esta vez lo ha vuelto a clavar. Habría podido decir que «son verdes». Pero no, dijo «que se lo lleven ellos, que, en definitiva, también se quedará en casa». Porque para ella, al menos públicamente, nuestra casa es su casa (si es que hay casas de alguien).
En resumen, que se ha puesto la venda antes de la herida. Ahora, nosotros deberíamos decidir si queremos Las Vegas o no queremos Las Vegas. Si queremos este tipo de inversiones o queremos otras. Si estamos dispuestos a cargar con la merma que llevan aparejada todas las gangas. Lo que no vale, es que después, si no las alcanzamos, digamos que eran verdes. Entre otras cosas, porque de más verdes en maduran.