TikTok ha cambiado la manera en que consumimos información, ofreciendo una alternativa atractiva y accesible para millones de personas, especialmente jóvenes. Sin embargo, su influencia en el consumo informativo también presenta desafíos significativos, como la propagación de desinformación, la falta de contexto y la fragmentación de la información. Los medios tradicionales, con sus procesos editoriales rigurosos, siguen siendo esenciales para garantizar que los ciudadanos reciban información verificada, precisa y equilibrada. En un mundo cada vez más interconectado y digital, es crucial que las personas sigan buscando fuentes de información fiables y completas, en lugar de depender exclusivamente de plataformas que priorizan el entretenimiento y la inmediatez por encima de la calidad y la profundidad informativa.
Es evidente que en la última década, las redes sociales han revolucionado la manera en que consumimos información. TikTok ha surgido como una de las más populares con su formato de vídeos cortos. Pero plantea riesgos significativos para la calidad y la veracidad de la información que llega a los usuarios. Este fenómeno genera un debate importante sobre el papel de los medios tradicionales, como los periódicos, la radio y la televisión, en la formación de una sociedad informada.
TikTok se distingue por su capacidad de captar la atención de los usuarios con contenido dinámico y visual. A través de vídeos breves y creativos, los usuarios pueden consumir información de manera divertida y directa. Esta plataforma, originalmente centrada en el entretenimiento, ha logrado integrar elementos informativos de forma tan fluida que resulta difícil para muchos usuarios distinguir entre contenido veraz y desinformación.
En solo unos segundos, los usuarios pueden estar expuestos a análisis políticos, noticias de última hora, tendencias sociales e incluso consejos sobre salud, por poner algún ejemplo. Esta rapidez puede ser beneficiosa para quienes quieren estar al tanto de eventos recientes, pero también presenta riesgos, ya que la información no siempre está verificada ni adecuadamente contextualizada. Algunos medios se han incorporado a este formato y a esta plataforma, pero con contenidos verificados y realizados por periodistas; quizás presentados de una manera diferente, pero con el aval del profesional que firma los contenidos.
Uno de los principales problemas del consumo de información en TikTok es la falta de veracidad y el riesgo de desinformación. A diferencia de los medios tradicionales, TikTok no cuenta con mecanismos de control suficientes para garantizar que lo que se comparte sea fiable. A menudo, los usuarios de la plataforma crean contenido sin ser expertos en los temas que abordan, lo que puede llevar a la difusión de datos erróneos, teorías conspirativas y desinformación. Basta con observar los efectos del uso de las redes sociales durante la DANA en Valencia para entenderlo.
TikTok, al igual que otras redes sociales, está diseñado para ofrecer contenido que atrae a los usuarios en función de sus intereses previos. Esto genera un fenómeno conocido como "burbujas de filtro", en el que los usuarios solo están expuestos a contenido que refuerza sus creencias y opiniones, sin verse desafiados por perspectivas contrarias. Esto puede llevar a una polarización de la sociedad, ya que las personas están expuestas a menos puntos de vista diversos y se limitan a una visión parcial o sesgada de los eventos.
La falta de un filtro editorial profesional, como el que proporcionan los medios tradicionales, convierte a TikTok en una herramienta menos fiable para quienes buscan información imparcial y bien investigada. Los algoritmos de la plataforma priorizan contenido que genera interacción, lo que a menudo implica contenido polémico o sensacionalista. Esto puede crear una visión distorsionada de los hechos y, en algunos casos, contribuir a la desinformación masiva.
Los medios tradicionales siguen siendo fundamentales para garantizar un consumo informativo responsable. Los periódicos, la radio y la televisión están sujetos a normas y regulaciones que les obligan a mantener ciertos estándares de calidad, imparcialidad y veracidad. Estos medios cuentan con equipos de periodistas y expertos que realizan investigaciones profundas, verifican hechos y proporcionan contextos completos para los temas que tratan.
Los medios de comunicación están comprometidos con una ética profesional que busca proporcionar información precisa, bien contextualizada y verificable. Aunque los medios tradicionales también enfrentan desafíos, como la concentración del poder mediático y las presiones económicas, su función sigue siendo crucial en la formación de una ciudadanía crítica y bien informada. La existencia de medios que pueden proporcionar un análisis serio, investigado y contrastado de los acontecimientos es esencial para la democracia y el bienestar social.