InicioActualidadSostiene Rigau: Manuel Valls, la credibilidad y la influencia

Sostiene Rigau: Manuel Valls, la credibilidad y la influencia

  • 30 Abr 2018
  • Opinió
per Toni Rodriguez Pujol
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A diferencia de una celebrity, un influencer no necesita salir en los medios convencionales de comunicación para ganarse la vida. Ya tiene sus propios canales de comunicación. La gente le sigue porque creen en él, comparten sus valores y se identifican y quieren parecerse a él o, por lo menos, sentirse amigos. Es una marca, y por lo tanto, un fenómeno aspiracional.

Con los candidatos a la alcaldía de Barcelona pasa lo mismo.

Estos últimos días ha irrumpido un nombre relevante como posible candidato al gobierno de la Casa Gran de los barceloneses. Manuel Valls es un hombre formado en Francia que, como los demás candidatos, desea influir, cambiar las cosas e implantar sus valores en Barcelona, ​​del mismo modo que hacen los «influencers» de todo el mundo. 

Repasemos, pues, qué cuestiones básicas se debe plantear un «influencer«, todos los días, para serlo de verdad. Se comentaba el otro día en un acto celebrado en Fomento del Trabajo, organizado por Clúster Audiovisual de Barcelona y Dircom. ¿Qué historias explico? ¿Cuál es mi credibilidad? Qué estoy aportando a la gente que me sigue o quiero que me siga? Querrán ser / actuar como yo? Mi propuesta es lo bastante mágica? Provoca deseo? Genera dudas?

La respuesta corresponde a cada cual, ya sea influencer, candidato, empresario, o –formulado en pasiva- presunto follower.

Nos referiremos ahora a una discreta conversación mantenida recientemente en Intermèdia con un buen conocedor de la máquina municipal barcelonesa, a quien nos referiremos con el alias de «Rigau«, para entendernos.  Sostiene Rigau que para ganado unas elecciones municipales hay que tener presente un par de cosas fundamentales. Una, saber que prometer cosas imposibles genera frustración y conduce al fracaso. Dos, saber que el «adanismo» no funciona. «Adanismo«, según explica, significa creer que eres el padre Adán, que todo empieza por ti y que antes de ti no había en el mundo ningún rastro de inteligencia humana.

Rigau también recuerda que la gran diferencia entre la campaña de Pasqual Maragall y la de Jordi Hereu, por poner dos ejemplos históricos del mismo partido político, fue que el primero proponía  cosas tangibles y concretas y el director de campaña del segundo prefería plantear temas generales y abstractos. A quien siguió el electorado?

It’s communication, stupid. El candidato, el influencer, el comunicador, la empresa, la organización o el quiosquero de la esquina que quiera tener votantes, seguidores, lectores, clientes o afiliados debe ser creíble, ejemplar, interesante y valioso.

Y si no lo es, habrá perdido el tiempo.

Feliz mes de mayo.