Un tratamiento de radioterapia pediátrica para tratar el cáncer infantil habitualmente dura entre dos y seis semanas. Durante este tiempo, el niño tiene que ir cada día en su hospital de referencia. El Dr. Jordi Giralt, miembro del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Vall de Hebrón, explica que los sanitarios se esfuerzan para que los niños no vean el tratamiento con radioterapia como una agresión, sino como parte del juego para curarse.
Uno de los objetivos es rebajar la angustia y evitar la sedación. Pero con palabras, no siempre lo consiguen. Desde hace dos años, en el hospital del Vall de Hebrón cuentan con una herramienta de realidad virtual que ha cambiado la manera con la cual los niños viven la radioterapia.
Se trata del proyecto “I am Ready”, una iniciativa de Nixi for Children y la Fundación Ricky Rubio, que acompaña los niños a prepararse para las sesiones de radioterapia a través de realidad virtual. La literatura científica apunta que anticipar a los niños qué se los pasará y explicarlos la secuencia que vivirán puede ayudar a reducir la ansiedad y el miedo ante una experiencia que se escapa de su día a día, como un tratamiento oncológico.